Bethsabé Huamán Andía
ESCRITORA Y FEMINISTA
Bethsabé Huamán Andía
ESCRITORA Y FEMINISTA
AUTO-BETH-GRAFÍA
Hola, soy Bethsabé
Soy feminista y escritora. A su modo ambas palabras producen rechazo por incomprensibles, peligrosas e inútiles.
Lo primero lo heredé de mi madre, lo segundo de mi padre. Ellos estudiaron economía porque creían que era la forma de cambiar el mundo. Mi papá abandonó la carrera un año antes de acabar y estudió literatura, pero creo que ambos siguen con la utopía de entonces.
Mientras, a mí me quedó la ingenua convicción de que las palabras no solo pueden cambiar la realidad, sino también la humanidad, al menos la mía. De eso se constituye mi vida, de una serie de palabras que buscan nacer y hacer la diferencia.
AUTO-BETH-GRAFÍA
Me llamo Bethsabé. Llevo el nombre de mi madre, de mi abuela y de mi tía abuela. Si hubiera existido una dinastía familiar de mujeres, sería Bethsabé IV y tendría un reino que hubiera ido desde las profundidades del cañón de Cotahuasi, hasta la costa y las frías playas de Atico en Arequipa, departamento al sur del Perú. Aunque pensándolo bien, quizá tuve un reino, en la época en que nací y fui la única hija, la única nieta, la única sobrina.
Cuenta la Biblia que Betsabé (la “h” fue un detalle de mi abuela) era tan hermosa que despertó la pasión del rey David. Como estaba casada con Urías, David lo mandó al frente de la guerra, para quedarse con ella cuando él desapareciera. Y fue así que tuvieron dos hijos, el primero murió como castigo divino y el segundo fue Salomón, el sabio.
Soy aire, agua y fuego, según se vea, para los griegos, los mochicas o los chinos, pues mis respectivos signos son géminis, shiac (pez) y serpiente. No pierdo la esperanza de que en alguna astrología –aún desconocida–, sea tierra y así completar los cuatro elementos en mí misma. Me gusta pensar en las posibilidades que las estrellas me deparan, las vidas que me preceden y las que nunca viviré. Me gusta pensar en las vidas paralelas que nos atraviesan, en las posibilidades que el tiempo y el espacio nos ofrecen o nos niegan.
No obstante, ser un poquito de cada uno de esos signos, me identifico más con la figura del pez, de una pecesita para precisar, no solo porque he vivido prácticamente en el agua –considerando que Lima nunca baja de 70% de humedad–, sino porque cerca del mar me siento en mi hábitat, en mi espacio de confort. Cuando hay agua a mi alrededor soy feliz, aunque sea un charquito.
Soy limeña pero la verdad es que nací en el Callao, por tanto técnicamente soy chalaca. Se dice que las chalacas son bravas, de armas tomar, valientes y atrevidas. Solo digo que soy chalaca cuando quiero deshacerme de algún pretendiente indeseado. Casi toda mi vida la he pasado en Lima, pero como últimamente voy de aquí para allá, ahora soy una pecesita voladora.
Aunque la ciudad de México no tiene mar y mi cabello se pone muy lacio a esa altura, es la otra ciudad que más quiero. El hermano menor de mi mamá se fue a vivir a México cuando yo recién había nacido. Así que desde muy niña recibía tarjetas y cartas provenientes de esa ciudad.
Si no me hubieran aceptado en El Colegio de México, para cursar mi maestría en estudios de género, estaba ya decidida a ponerle cuerpo a la idea de una ciudad que me había perseguido toda la vida. Después de vivir tres años en la Ciudad de México, mi percepción de Lima cambió completamente. A pesar de ser la capital, la veo como una pequeña ciudad, de casas bajas, donde todos te conocen y te saludan por la calle.
Si la persecución de una idea me llevó a México, la búsqueda de un sueño, me atrajo a Nueva York, la de ser escritora. He escrito tres libros de cuentos, Sábadopm, Memento mori y La oscuridad del sombrero, pero creo que ser escritora no solo pasa por tener libros publicados, sino por una convicción, una decisión y una valentía, que a veces es difícil de conseguir.
Esa distancia de mi ciudad natal que sentí durante mi estancia en México, se acentuó todavía más cuando viví en Nueva York. Fueron días maravillosos, agitados, intensos que me impactaron de manera profunda. Luego he vivido en Nueva Orleans, Louisiana; Carrollton, Georgia y Saint Paul, Minnesota. Estoy en proceso de verter parte de esas experiencias en mis nuevos libros, por ahora algunos están inéditos, otros en borrador y la mayoría todavía habitan mi mente y mi corazón.
Mis pasiones son leer y escribir. Si pudiera hacer eso todo el tiempo y vivir de ello sería feliz.
He pasado toda mi vida siempre rodeada de libros. En mi casa había libros hasta en el baño. Pero poco a poco he aprendido a desprenderme de ellos, a regalarlos, a conservarlos en mi memoria. Creo que el mejor lugar de un libro es en manos de quien no lo ha leído y lo necesita.
El primer libro que recuerdo haber leído completo es Jojo, historia de un saltimbanqui de Michael Ende y luego de ese Un mundo para Julius de Alfredo Bryce Echenique. Aunque imagino que hay una lista nutrida entre uno y otro, destaco un libro de cuentos y narraciones rusas. Me sorprendió cuando en la universidad los vi analizados en el famoso Morfología del cuento de Vladimir Propp y supe la importancia que tuvieron para el estructuralismo literario.
Quizá antes ya había empezado a experimentar la vida como un círculo en el que las cosas cobran sentido una vez se encuentran en otro tiempo y espacio, pero esa fue una de aquellas contundencias que se hacen verdad.
La gente tiene una percepción de mí que me resulta un poco confusa. Me ven como una persona segura, decidida, clara y coherente. Mientras que yo me veo insegura, tímida, confusa y desorientada. De lo que me ufano de mí misma, parece que en esto coincidimos los otros y yo, es que soy una persona muy ordenada. Una de las cosas más importantes de mi vida es mi agenda. Nunca me verás sin una agenda y sin una cartuchera —o por lo menos un lapicero— porque hasta cuando duermo las tengo sobre la mesa de noche, no sea que haga una cita en mis sueños y no tenga dónde anotar.
Escrito en Ciudad de Nueva York, enero 2012. Actualizado en Saint Paul, junio 2021.
CREACIÓN LITERARIA
Narrativa
La oscuridad del sombrero. México DF: Et al, 2018. / Memento mori. Lima: Chataro Editores, 2009. / Sábadopm. Lima: Dedo Crítico, 2003.
Antologías
Research. Paciencia perdida. An Anthology of Peruvian Fiction. Editorial Dulzodara. Editor Gabriel T. Saxton-Ruiz, 2022 / Doscientos azotes. 21. Relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú. Editor José Donayre Hoefken. Lima: Ediciones Copé, 2021. / La investigación. Sexo al cubo. Editor José Donayre Hoefken. Lima: Ediciones Altazor, 2017. / Despierta. 69 Antología de microrrelatos eróticos II. Editora Carolina Cisneros. Lima: Átomo, 2016. / Quizá dijera amor pero quería decir sexo. Cuentos del poder. Editoras Elizabeth Vivero y Karim Quiroga. Guadalajara: Editorial Edhalca, 2014. / Naturaleza muerta. Disidentes. Antología de narradoras peruanas. Editor Gabriel Ruiz Ortega. Lima: Ediciones Altazor, 2011.
Ficción publicada en revistas
No dispare. Contar sin inventar: Apuntes de un taller de no ficción. New York, USA. 2012: 77-79. / Fragmentos y Tijeras. Revista de Literatura Imanhattan N°2, New York, USA. 2011: 106-108. / Lima de veras. Revista de Literatura Imanhattan N°2, New York, USA. 2011: 110-111. / Pasos. Revista Underwood Año III, Nº3, May 2005. / Traición. Revista de Literatura Dedo Crítico Año X. Nº10, Dic. 2004. / Lo que son las cosas. Revista Cuadernos Literarios. Año 2. Nº 2. El descubrimiento de Brasil. Ene. 2004.
Poesía
Mascota. Con la A No 2 Políticas de igualdad 25 marzo 2012 http://numero2.conlaa.com. / Nostalgia. Revista de Literatura Imanhattan N°3, New York, USA: 25-27. 2012. / Sin título. Revista de sociología, política y cultura Sociedad Anómica Año II, N° 2, Dic. 1996.
“Sin título”. Revista de sociología, política y cultura Sociedad Anómica Año II, N° 2, Dic. 1996.
Mis primeros pasos
Sin - Vergüenza Revista Colegio San Felipe Año 1 No. 2 Agosto 1993, Lima-Perú / Antes de dormir y ...Después. / Hablo contigo camita Publicación literaria bimestral Año 2 No especial 2 y 3 enero-marzo 1993 / La Pandilla. Revista del Colegio José Antonio Encinas, Año 1986, Lima-Perú
Colaboraciones
POEMAS
Mascota
De mascota tengo un tornillo
le gusta girar al sonido del tráfico
ver los carros pasar por la ventana
Se ha encariñado con la almohada
y ahí lo encuentro siempre al volver
aunque le he dicho que duerma en su propia estructura
no quiere
persigue mi olor en la punta de la tela
amarilla y mohosa
Le he querido poner un nombre
pero no responde a ninguno
ni a un posible gesto cariñoso
Sin embargo, siempre está ahí, pisándome los talones
observándome hervir el agua
pelar manzanas
inventar canciones
Cuando vienen invitados a casa
los mira con desconfianza
se oculta tras el sofá
poco a poco se asoma
y con su clarividencia de animal en celo
vuelve a enroscarse a mis pies
a escuchar la conversación
a veces hasta logra darle un giro de tuerca
Las personas creen que es un tornillo raro
pero en realidad lo que me gusta
es su capacidad de mimetizarse con todas las cualidades
de los amantes
y saltarse los defectos de la sinceridad
Le quiero y le beso
lo dejo acompañarme en el sueño
y mi miedo más grande
es que a alguien se le ocurra abandonarlo en el desván
Con la A No 2 Políticas de igualdad 25 marzo 2012 http://numero2.conlaa.com/
Nostalgia
a Pedro Andía Ramírez, in memoriam
Música: Gymnopédies de Erik Satie
Lugar: Al borde de la ventana, en frente, el parque de la infancia
Me temo que a esta hora
ya haya caído el ocaso sobre tu ventana
incólume
te habrá rozado levemente en los labios
perseguido a tientas tu lunar en la espalda
como un batallón de hormigas hacendosas
sin noción de su esclavitud
Me temo que sea tarde para contar
las veces que tus párpados arremetieron
como oleajes en el sueño
para participar de la aurora como un acertijo más
sin centro ni contorno
para añadir tu nombre al
crucigrama
Temo que me comí un grito
en un solo bocado frío
endulzado en jengibre y lágrimas
para intentar dar sentido a las cosas
que ocurren sin consentimiento
a veces sin razón
Me temo que no haya nubes que cazar
en el cielo de tu mente
que halles un tanto aburrido el purgatorio
que no se dén abasto con la actualización de libros
el turno del ajedrez
y la hora del té
Me temo que no te dije
te quiero
suficientes veces para calmar mis ganas
y callar este momento la boca
con recuerdos de palabras suicidas
lanzadas al vacío
por si la muerte llega un día
sin aviso
Me temo que la sazón de la abuela
no te sepa lo mismo
por falta de ingredientes frescos
por falta del fuego y la quemadura del sol
por falta de la nieta que se rehúsa a comer
y se queda horas de horas
piloteando aviones cargados de col
Me temo que los abrazos dormidos
no sean consuelo suficiente
para el miedo de tu ausencia
aunque los ojos de la espalda
Me dicen que agazapado
continúas apostando a la lotería
y al reloj que da vuelta en las esquinas
y me cuidas
Me temo que no regrese mis pasos a tu puerta
que no te vea más escupir sobre el asfalto
los dolores la pobreza y la vejez
para imitar su chasquido
concebido atrás del paladar
en medio de la voz
Me temo que no respondas
con tu pasito apurado y firme
por llegar antes del muerto
por resolver para ayer lo de mañana
por ganarle al día la luz y a la noche la penumbra
por aventurarte en tus fantasmas
y dejarnos a los vivos
tu vals del corazón
Bethsabé Huamán Andía. Imanhattan 3. New York, 2012
BLOGS/VIDEOS
BLOGS
1. Crónicas defectuosas / 2. Eat green, be happy / 3. Asuntos circunstanciales
/ 4. Mi primer mundial / 5. Cuadernos de azufre y miel
VIDEOS
1. Red Literaria Peruana, presentación del libro: Rocío Silva Santisteban. Bibliografía esencial. / 2. Centro Cultural Petroperú, presentación del libro: 21 Relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú. En Madrid / 3. Casa de la Literatura Peruana: Cantos urgentes: escritoras de la Generación del 50. Autoras: Yolanda Westphalen y Lola Thorne / 4. Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM. ¿Cómo representar la violencia contra las mujeres y no perpetuarla?. Literatura y feminismo / 5. Pólemos, Literatura en el Bicentenario: 4 relatos de mujeres imprescindibles para la independencia del Perú: Doscientos azotes. Autora: Bethsabé Huamán Andía.